Las fresas o frutillas, con su rojo característico y su forma sugerente, son una de las frutas más apreciadas a nivel mundial, y son consideradas por muchos como la reina de las frutas. Elegantes, tiernas y hermosas, son protagonistas de un sin fin de recetas en su mayoría dulces, por lo que no podemos perder la ocasión de sugerir una que, tan sencilla de preparar como deliciosa, nos permitirá disfrutar de esta maravilla inclusive fuera de temporada: la mermelada de fresa. Esta modalidad nos servirá no sólo como acompañante de tostadas o galletas, sino también como base para realizar vinagretas, entre otras opciones.
Los ingredientes
Para elaborar esta mermelada necesitaremos 10 tazas de fresas enteras, 4 tazas de azúcar y un empaque de pectina.
La elaboración de la mermelada de fresa
En primer lugar, debemos lavarlas bien, quitarles las hojas, el tallo y todas las partes verdes. Una vez hecho esto, las pondremos en un tazón grande y luego las machacaremos con una cuchara grande de madera. El objetivo es alcanzar seis tazas de fresas trituradas.
Luego, mezclaremos un cuarto de taza de azúcar con un paquete y medio de pectina. Después, echaremos las fresas en una olla grande, añadiéndole la mezcla de azúcar y pectina. Lo recomendable es dejarlas macerar por unas doce horas, para que se mezclen bien los ingredientes.
A continuación, colocaremos todo a fuego medio y revolveremos de vez en cuando para evitar que la mezcla se nos queme una vez haya comenzado a hervir. Cuando hierva la mezcla, le pondremos el resto del azúcar y seguiremos removiendo.
Después de que las fresas, el azúcar y la pectina hayan hervido por el lapso de un minuto a fuego alto, la quitaremos de la estufa. Entonces debemos quitar la espuma que se formará, aunque este es un paso opcional.
Sabremos que la mermelada de fresa está lista sumergiendo una cuchara en agua helada hasta que enfríe. Entonces tomaremos con ella un poco del líquido de loa mermelada y la dejaremos al aire libre hasta que enfríe. Sucedido esto, si su consistencia es espesa, entonces está lista para envasar. Si se mantiene aguada, añadiremos entonces un cuarto de empaque de pectina y herviremos la mezcla por el lapso de un minuto.
Recomendaciones adicionales
No podemos olvidar que debemos envasar nuestra mermelada de fresa en frascos de vidrio esterilizados con antelación, y efectuaremos el vaciado cuando aún se encuentre caliente. Los tarros tenemos que llenarlos hasta que la mermelada casi alcance el borde, ya que ésta se irá contrayendo poco a poco mientras se vaya enfriando. Recordemos que la mermelada de fresa tenemos que taparlas de modo que queden herméticas, y guardarlas en un lugar seco, fresco y oscuro, ya que de lo contrario no se conservarán. También es recomendable colocarle una etiqueta que la identifique y que tenga la fecha de elaboración, puesto que ella sólo podrá ser consumida durante los siguientes seis meses. Asimismo, cuando las hayamos abierto para comenzar a consumirlas, tendremos que guardarlas en un refrigerador.
Así las cosas, tenemos lista una deliciosa mermelada para alegrarnos las vidas. Por lo pronto, buen provecho y hasta una nueva ocasión.