Para nadie es un secreto que la decoración o presentación de la comida juega un papel importante. Siempre hemos oído decir que las personas «comen con los ojos» primero. Esto se debe a que el aspecto que tenga el plato que vamos a comer tiene mucha influencia en lo que opinemos del mismo. Obviamente, si una comida se ve desagradable o poco apetitosa, sentiremos que tiene mal sabor antes de probarla. Por eso, hoy queremos mostrarte un postre que además de quedar delicioso, le dará a tu mesa una imagen genial. Se trata de una deliciosa Gelatina de sandía.
Es un postre ideal para una reunión de cumpleaños. No sólo porque a grandes y chicos les gustará, sino además, porque se verá muy bonita. En esta receta utilizaremos la cáscara de la sandía. Sin embargo, si quieres servirla de forma diferente, en recipientes individuales o decorados, quedará igual de bien. Entonces, vamos a ver cuáles son los ingredientes que vamos a necesitar para la preparación de esta deliciosa receta. Una vez que los tengamos a la mano, vamos a ponernos manos a la obra.
Los ingredientes que vamos a necesitar para la preparación de este delicioso postre de sandía son:
- 1 cáscara de sandía cortada en dos partes
- 1 litro de jugo de sandía hecho en casa
- 2 sobres de gelatina sin sabor o grenetina en polvo
- 1 y 1/2 taza de agua
- 1 taza de azúcar
Gelatina de sandía, pasos para la preparación de esta deliciosa receta de postre:
El primer paso que debemos llevar a cabo para la preparación de esta riquísima Gelatina de sandía es cortar la sandía. Como necesitaremos hacer el jugo de sandía y al mismo tiempo usaremos las cáscaras, compraremos una sandía de buen tamaño. La vamos a cortar a la mitad lo más recto que nos sea posible. Luego con una cuchara iremos retirando con cuidado la pulpa. Si puedes conseguir una sandía sin semillas será mucho más fácil al momento de hacer el jugo.
Una vez que hayamos sacado la pulpa de la sandía, reservaremos las cáscaras para más adelante. Ahora vamos a calentar 1/2 taza de agua y cuando esté caliente colocaremos la gelatina sin sabor para que se vaya hidratando. Mientras tanto, tomaremos la pulpa de la sandía y la vamos a licuar lo mejor posible. Al terminar vamos a colar el jugo. Si es necesario, podemos colar varias veces para eliminar los restos de semillas.
En un recipiente aparte vamos a mezclar la gelatina hidratada, con el jugo que acabamos de hacer con la sandía, el azúcar y el resto del agua. Esta agua que añadiremos también debe estar bien caliente para que la Gelatina de sandía quede perfecta. Removemos bien hasta que quede todo perfectamente integrado y ahora vamos a tomar las cáscaras de sandía.
Podemos colocarlas en un recipiente para que queden «paradas» y firmes. Luego vamos a agregar en cada mitad la mezcla que acabamos de preparar. Colocaremos por encima papel film de cocina y las llevaremos al refrigerador. El tiempo dependerá de la temperatura de tu refri. Puedes dejarlas desde la noche anterior para más seguridad. Listo, ya puedes sacarlas y cortarlas en rebanadas o triángulos. Y a disfrutar.