La Mermelada Casera es una de las formas más prácticas para conservar las frutas, así como una de las más divertidas para comerlas. Fácil de preparar, básicamente este platillo consiste en fruta concentrada con azúcar, y se presta para diversos usos, entre los cuales se destaca la merienda infantil, ya sea para el receso escolar, como bocadillo para fiestas o para cerrar una tarde alegre. Sin embargo, su uso no se agota aquí, ya que esta conserva sirve como base para la preparación de un sinfín de postres, para untar las tostadas de los desayunos, como acompañante para aperitivos, para preparar batidos, como base para la realización de vinagretas, entre muchas tantas opciones que dependerá de la creatividad de cada quién.
Existe una amplia variedad de frutas que se prestan para la preparación de mermeladas, así que podemos realizarlas con fresas, frambuesas, cerezas, ciruelas, manzanas, albaricoques, naranja, pera, lechoza, higos, entre otras.
Ingredientes para preparar la mermelada casera:
- Fruta de tu preferencia
- Azúcar
- Acido cítrico
- Pectina.
Importante Saber:
- Las frutas deben estar frescas, así que lo ideal es que las escojamos en su temporada de cosecha, puesto que de esta manera podremos usarlas en su momento de maduración adecuado -ni muy madura ni muy verde- y evitaremos frutas que hayan sido conservadas artificialmente.
- La pectina es de una sustancia que permite la gelificación de la mermelada cuando el azúcar y la acidez están en cantidades apropiadas, y su uso dependerá de la fruta seleccionada. Hay frutas como las manzanas, los limones o las naranjas, que no requieren este ingrediente, puesto que son ricas pectina. Otras lo contienen en cantidad media, como los albaricoques, las frambuesas o las moras de árbol. En cambio, fresas, melocotones, peras, zarzamoras, piñas, cerezas e higos son frutas cuyo contenido de pectina es pobre.
- El ácido cítrico cumple la función de activar la sustancia en cuestión, siendo que un chorro de limón es suficiente. En los casos de frutas bajas en pectina, la medida será por cada kilo y medio de fruta, una cucharadita de café.
- El azúcar cumple la función de conservante, y la recomendación es que usemos azúcar blanca para así no alterar el color de la fruta. Se requieren de 700 a 1000 gramos de azúcar por cada kilo de fruta. Lo idóneo es que dejemos alrededor de 12 horas macerando la azúcar junto con la fruta para que, al momento de que comencemos la cocción, aquella se disuelva totalmente en el líquido que se desprenderá de la fruta durante ese tiempo.
Pasos para cocinar una Mermelada de frutas:
- Debemos tener mucho cuidado de no pasarnos ni adelantarnos al punto de cocción necesario, el cual es el momento en que el azúcar y la pectina se homogeneizan, lo que sucede al alcanzar una temperatura de 105 grados después de unos 15 minutos de cocción aproximadamente.
- A esta altura, ya podemos considerar que nuestra mermelada casera ya está cocida. Por ello, es recomendable que contemos con un termómetro de cocina. En caso de que no tengamos uno, existen trucos fáciles que nos servirán para saber cuándo la mermelada está cocida apropiadamente.
- Uno de ellos es que echemos una gota de mermelada encima de un papel de cocina, colocándolo después en vertical. Si vemos que la gota se resbala es porque todavía no está lista. Otro truco es colocar dos o tres platos pequeños dentro de un refrigerador justo cuando comience la cocción. Cuando creamos que la mermelada debería estar lista, sacaremos uno de los platos y pondremos una cantidad moderada en el centro del mismo, y después lo devolveremos al congelador por unos tres minutos. Hecho esto, revisamos nuevamente el plato y pulsaremos la mermelada: sabremos que está lista si se ha formado una textura similar a una piel y ésta se arruga, pero si la encontramos lisa y todavía un poco lista entonces deberemos dejarla cocer un poco más.
Recomendaciones para conservar nuestra mermelada casera:
- Algo importante que debemos tener en cuenta, es que nuestras mermeladas caseras deben conservarse en tarros herméticos, y tanto las tapas como los tarros debemos esterilizarlos previamente hirviéndolos por unos 20 minutos.
- La mermelada casera debemos guardarla en tarros de vidrio y su vaciado hemos de efectuarlo cuando ésta todavía se encuentre caliente. Esto debe hacerse con prudencia, dado que corremos el peligro de quemarnos. Los tarros debemos llenarlos hasta casi alcanzar el borde, pues la mermelada se contraerá a medida que se vaya enfriando. Si la tapa del tarro es metálica, debe dejarse enfriar boca abajo.
- No olvides esterilizar bien tus frascos para que se preserve tu mermelada casera.
- Otra recomendación es que etiquetemos los tarros, indicando tanto el tipo de mermelada como la fecha, lo que nos servirá luego para saber si podemos o no consumir su contenido, que de estar bien preparado se mantendrá comestible por un lapso de seis meses. Debemos, además, guardarlo en un lugar que sea fresco, seco y oscuro. No obstante, una vez abiertos, los frascos de nuestras mermeladas caseras deben guardarse en un refrigerador.
- Así, pues, tenemos listo un alimento sano que, como sentamos en la introducción, nos servirá para diversas ocasiones y usos, por lo que solamente nos resta desearles el mejor de los provechos.
¡Disfruta de tu conserva de mermelada casera por largo tiempo!